jueves, 31 de julio de 2014

Nos falta un jugador

Cuenta una vieja historia de rugby en mi club que había un jugador de la primera a quien llamaban Dr Kildare, en referencia a un célebre médico de una saga americana. Sucedía que este wing, estudiante de medicina, no lograba conciliar dentro de la cancha su vocación ofensiva con el juramento hipocrático. Para ser más precisos, cuando se lesionaba un contrario, su amor por la profesión dejaba al equipo con 14 jugadores.
Resulta encomiable el afán recaudador del gobierno actual, como así también el de sus pretendidos opositores, para extender así la generosa mano del Estado a los más necesitados. Más aún si aquellos impuestos recaen sobre las codiciosas empresas y no sobre los esforzados trabajadores.
Mi única preocupación es quién entra de reemplazo a producir mientras las empresas trabajan para el estado.

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