viernes, 26 de agosto de 2011

El voto calificado

Sé que para mucha gente hablar de “voto calificado” es sinónimo de fascismo, discriminación y otros tantos epítetos. Quisiera, de todos modos, reflexionar un poco sobre este tema.
En mi opinión, la democracia es un mal sistema de gobierno, pero pareciera ser el mejor de los sistemas posibles. Creo que el voto de la mayoría es legítimo pero puede no ser acertado, o el más conveniente para todos.
La pregunta obvia es “¿y quién define qué es lo más conveniente para todos?”
Alguno podría responder que es Dios, pero lamentablemente nunca nos pondríamos de acuerdo en si se trata de uno de barba, Maradona o un mero invento de los hombres. Mejor darle al César lo que es del César.
Alberdi seguramente propondría que lo haga el pueblo a través de sus representantes, como para seguir la línea de la Constitución. Coincido con esta última postura, sin desmerecer las extraordinarias cualidades futbolísticas del Diego.
Ahora bien ¿es perfectible la forma como elegimos a nuestros representantes? Yo creo que al menos vale la pena analizarlo. Me parece que no todos los votos deberían valer lo mismo. De hecho, en el esquema actual, hay gente que califica para votar y gente que no (por ejemplo los presos condenados o los menores de edad). Me pregunto si no se podrán establecer algunas categorías más.
¿No debería valer más el voto del que paga los impuestos que el del evasor? Al fin y al cabo, los evasores que hoy votan están proponiendo, entre otras cosas, qué hacer con el dinero que aportan otros.
¿No tiene más elementos para elegir quien se toma el trabajo de analizar todas las propuestas de los distintos partidos versus el que ni conoce los nombres de los candidatos?
Quizás estas medidas sean inviables o puedan generar mayores fraudes pero vamos a una más simple y fácil de instrumentar: ¿no debería valer más el voto de los fiscales de mesa, que el mío? Yo posiblemente ese día me encuentre descansando tranquilo en mi casa, mientras otros muchos estarán trabajando una jornada agotadora, para garantizarnos transparencia en el proceso. Una manera podría ser dejarlos votar dos veces.
Algunos, de un lado y de otro, querrán entender en esto un interés por limitar el voto de los pobres en favor de quienes tienen acceso a un nivel de “educación superior”. Pero no es ése el corte propuesto, sino que busca lograr reducir la cuota de azar en las elecciones y darle mayor peso a la opinión de quienes objetivamente muestren mayor compromiso con el país en general y con el proceso eleccionario en particular. En definitiva, discriminar el voto responsable, del voto menos responsable.
Quien crea que esto implicaría una violación al derecho inalienable de votar, o apenas un disparate, debería considerar que mediante el sistema actual, cabe la posibilidad de que la mayoría vote en favor de un partido que promueva y apruebe una ley para implementar el voto calificado.

1 comentario:

  1. Ok, la solución va por el sistema republicano, el cual intenta garantizar que las mayorías no se aprovechen de las minorías.
    No es la mejor, pero creo que es la mejor posible.

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